Maltrato y Abandono

Carácter Rígido

Cuando se experimenta una experiencia traumática, la vida se detiene en ese momento. 

Es decir, hoy se reacciona con el mecanismo de supervivencia (que funcionó en el pasado) de cuando se creó la herida. Así es como algunos quedamos atrapados en la niñez, pubertad y adolescencia.

 

¿La buena noticia? Se puede salir de allí. Si es posible lamer, curar y trascender la herida. Es posible crecer por dentro. Crecer psíquicamente.

 

Lo sé porque lo viví. Por esto mi interés en la relación mente-cuerpo y en cómo lo vivido en la niñez y adolescencia afecta nuestra relación con nosotros mismos, tiene consecuencias en nuestra salud y en las relaciones con los demás (familia, amistades, pareja).

 

De acuerdo a estudios científicos, el maltrato, el abandono y el abuso tienen consecuencias a nivel cerebral y físico. La importancia del primer vínculo (el vínculo con la madre y el padre) es determinante en el desarrollo (Darder, 2018, p. 43).

 

De acuerdo a Ramírez, la ambición, agresividad, considerar la pasividad y el fracaso como una deficiencia, hacer cuanto se pueda para no expresar abatimiento y debilidad, tener cautela y mantener distancia en el trato con los demás, temer ser víctima de abuso y exponerse, miedo a quedar a voluntad de otros, perder la cabeza, poner el deber antes que el placer, ser tenaz con lo importante y con lo que no lo es, evitar expresar abiertamente sentimientos de deseo y amor, e incluso evitar la excitación sexual para no perder el control, se debe a que probablemente, durante la infancia y adolescencia, no hubo respuesta a las expresiones afectivas; lo que conllevó a reprimir la manifestación del afecto. Esta represión se manifiesta también en tensión corporal; reduciendo la energía vital y teniendo movimientos robotizados, entre otros rasgos físicos que mencionaré más adelante. Asimismo, la aceptación externa dependió de que hiciera lo que se esperaba. En consecuencia, se pone a un lado la búsqueda del placer y el logro de las satisfacciones personales. El éxito y cumplir con el deber se convierten en lo más importante de la vida (1998, p.93 – 98).

 

Según este mismo autor, algunos rasgos físicos son: cuerpo proporcionado, con energía, cabeza erguida, buen color de piel, mirada clara y al mismo tiempo distante (por la desconfianza en los demás), movimientos mecánicos, pecho levantado, falta de flexibilidad, respiración limitada, presión en cabeza y genitales –manifestada en eyaculación precoz y frigidez-. Este tipo de persona, al sentir que pierde el control de sus sentimientos se produce mayor rigidez en el cuello, inmovilizaciones en las piernas y gran ansiedad (1998, p. 94-95).

 

Leer esto por primera vez puede ser impactante, podría ofrecerte respuestas, haberte ayudado a darte cuenta de algo, reconocerlo en ti o no.

 

¿Qué puedes hacer? Terapia psicológica individual, grupal y terapia corporal.

 

En la próxima entrada al blog, veremos otro tipo de características personales, que implican otras circunstancias en la infancia y adolescencia.

 

Lo importante al leer esto es que continúes avanzando en el camino del autoconocimiento, de la psicoeducación y de tu libertad psíquica.

 

Comparto esta información con sensibilidad hacia este tema, con expectativa y esperanza. Espero te sea útil.

 

Espera la próxima entrada al blog (ya estoy trabajando en ella).

 

Cualquier duda, quedo atenta en los comentarios. Recuerda que en YouTube encontrarás la presentación de la Introducción a este tema Introducción a Caracteres y del Carácter Rígido

 

¡Hasta la próxima!

Andrea Buenaver, FPV 17.212

 

 

REFERENCIAS

Ramírez, A. (1998). Psique y soma. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Darder, M. (2019). La sociedad del abuso. Madrid: Rigden.

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