Carácter Oral

Por el dolor que el descuido y abandono de la madre le causó en la infancia, reprime conscientemente sus necesidades internas y todo impulso de pedir ayuda.

 

Contenido

1.     Descripción General del carácter oral

2.     Rasgos Psíquicos

3.     Rasgos Físicos

4.     Causa Principal

5.     Terapia

6.     Referencias

 

Descripción General

El oral es un carácter pregenital (antes que aparezcan los impulsos sexuales). Comienza a formarse en los tres primeros años de vida. Presencia de actitudes infantiles provenientes de la falta de satisfacción de la necesidad de la necesidad de calor, apoyo y contacto físico desde la infancia.

 

Rasgos Psíquicos

Con la esperanza de obtener la ayuda de otros, está dispuesto a sacrificar su propia independencia. Tienda a depender de otros. Teme que le abandonen y dejen solo.

 

Cuando siente que no le ponen toda la atención que desea, se siente rechazado y cae en depresión. Esto renueva el dolor de la infancia.

 

Cuando se sienten rechazados nutren en su interior un resentimiento profundo por una ligera falta de atención.

 

Por el dolor que el descuido y abandono de la madre le causó en la infancia, reprime conscientemente sus necesidades internas y todo impulso de pedir ayuda.

 

Inconscientemente, busca llenar las necesidades insatisfechas de la infancia incluso en sus relaciones sexuales gozando del contacto, amor y calor de la pareja, más que de su descarga sexual.

 

Desconfía de sus propios sentimientos. También es amable y agradable.

 

No es extraño que escoja ser auxiliar, sostén y hasta terapeuta. Pero su acción está limitada por sus propias necesidades, ya que al dar, busca inconscientemente recibir sin tener que pedir.

 

Se imagina siendo el centro de atención y admiración, creyéndose más de lo que es en realidad. La ilusión de ser el centro de atención se basa, por contraste, en la experiencia primaria de haber sido abandonado y descuidado.

 

Los orales son personas precoces que empiezan a andar y a hablar con anterioridad a los niños de su edad.

 

De adultos, les encanta hablar de sí mismos, de sus éxitos en el trabajo, estudios y empresas. Gozan cuando tiene un grupo de admiradores.

 

Por la insatisfacción de sus necesidades infantiles y que tanto dolor le causó y la urgencia de llenarlas, se engañan con frecuencia al escoger como amigos o como pareja a personas que en realidad no le son de apoyo y no le dan protección ni amor. En su búsqueda se guiaron por su hambre y necesidad de cariño, más que por el conocimiento real de la persona. Esto les acarrea nuevas desilusiones y tristezas.

 

Exigen más de lo que dan. Sus necesidades de atención afecto son insaciables. Pueden llegar a ser los enfermos que tiranizan a sus familiares con dolores y males reales o imaginarios.

 

Los orales pueden aferrarse a una persona, a una relación y al sitio donde viven por temor al cambio.

 

También pueden desarrollar una independencia exagerada con la que intentan cubrir sus necesidades sin pedir ayuda a nadie. El deseo de hacer todo por sí mismos es para no sufrir rechazo (herida de su infancia).

 

Cuando se les ofrece una amistad o relación nueva, suelen rechazarla por no sentir el dolor de perderla y ser abandonados.

 

Tiene profundo sentimiento de impotencia e inseguridad, y por compensación nutre una idea exagerada de su valor: sentimiento infantil de omnipotencia.

 

El problema del carácter oral oscila entre la dependencia infantil de otra persona o institución -velada y pasiva o abierta y demandante- y la independencia exagerada que se niega a pedir ayuda de los otros para no sentirse dependiente.

 

Rasgos Físicos

Para cubrir su necesidad de depender de otros, el oral puede tener una postura rígida y levantada y mirada con aire de superioridad. Sin embargo, lo más común es la actitud de impotencia y debilidad. Por ello, el cuerpo es delgado y alargado. Muestra falta de energía. La piel es delgada y se lesiona fácilmente. Tiene ojos tristes y suplicantes; muestra el anhelo de amor. Cuello delgado. Cabeza estirada hacia adelante y la barbilla un poco hacia arriba como pidiendo de mamar.

 

La respiración es superficial y torácica. Pecho hundido. Al andar parece un niño que empieza a caminar. Pelvis pequeña, brazos y piernas delgados y con poca fuerza. Pies pequeños y delgados. Musculatura débil. Descoordinado en movimientos de brazos y piernas.

 

Se cansa pronto cuando hace ejercicio físico, y si éste se prolonga siente jaquecas, tensión en el cuello y desvanecimiento.

 

Las funciones psíquicas tienen más vitalidad que las genitales y físicas.

 

Las características físicas no son hereditarias sino a represiones que empiezan en lo psíquico ante el descuido, hostilidad de los padres y el medio ambiente. Luego, esto se ve reforzado porque el niño se ve rodeado de actitudes sociales, culturales y religiosas que coinciden con las de los padres.

 

Cuando las tensiones musculares se hacen crónicas el funcionamiento psíquico queda coartado por ellas; hay una correlación.

 

Causa Principal

Falta de satisfacción de las necesidades de la infancia, provocando una fijación instintiva en esta etapa del desarrollo. El niño no fue privado de alimento sino privado de amor y afecto por el descuido u ocupaciones excesivas de la madre dentro o fuera de la casa, por enfermedad o muerte. La fijación es debida a privación y no a exceso de amor. También puede ocurrir que el cuidador prncipal atienda al niño que excesiva ansiedad y éste no reciba contacto físico y amor.

 

Cuando a pesar del llanto espontáneo del niño, las necesidades de alimento, atención y cariño no tienen resultados el niño reprime y limita su respiración y movimientos, deja de pedir y espera pasivamente que sacien sus necesidades.

 

Si la insatisfacción de las necesidades psíquicas y físicas se repite en la pubertad y adolescencia, será un adulto limitado y tímido en la búsqueda de satisfacción de necesidades de amor, contacto y atención.

 

Terapia

  • Terapia psíquica.
  • Terapia física, como ejercicios bioenergéticos, respiración profunda, correr, trotar, masajes.
  • Psicodrama.

 

Para modificar las reacciones inconscientes, se necesitan vivencias contrarias a las que tuvieron en la infancia y adolescencia.

 

¿Qué te parece recibir este tipo de información?

Sé que puede ser de impacto. A mí me pasa cada vez que leo al respecto.

 

Lo importante al leer este tipo de información es que continúes avanzando en el camino del autoconocimiento, de la psicoeducación y de tu libertad psíquica.

 

Recuerda que puedes ver el video aquí: Carácter Oral

 

Quedo atenta a aclarar tus dudas.

 

¡Hasta la próxima!

Andrea Buenaver, FPV 17.212

 

Referencias y lecturas relacionadas

Lowen, A. (1995). El lenguaje del cuerpo. Barcelona: Herder.

Ramírez, A. (1998). Psique y soma. Bilbao: Desclée de Brouwer.

 

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